“La Migración de los Árboles” es un proyecto de arte participativo, ganador del Surge Fund 2023 de la Fundación McKnight, que celebra la vida y nuestra conexión con la naturaleza. La instalación, obra de la escultora Ana Orejuela, consiste en 12 árboles transformados, que ahora conforman un ecosistema que la artista describe como un “canto a la vida”. Sauces, ficus, molles, poncianas, eucaliptos, tecomas y erythrinas, donados por SERPAR tras una muerte natural, renacen con nuevas morfologías, recordándonos la importancia de su presencia en nuestras vidas.

Las especies que protagonizan la migración

El Sauce

Eucalipto

Ponciana

La ruta de la Migración de los Árboles

Todos los detalles sobre el recorrido serán comunicados a través del Instagram de la Migración de los árboles.

Al final de la exhibición, los árboles regresarán a sus parques de origen, donde serán enterrados para descomponerse y nutrir la vegetación circundante a través de una ceremonia facilitada para docentes de escuelas. Cerrando así un ciclo de vida y a la vez iniciando un proceso de reflexión a través de la educación sobre lo que es la regeneración. La pieza remanente, será un video documental que contará la historia de la migración y recogerá los testimonios e impresiones del público.

¿Qué sucede cuando los árboles vuelven a la tierra?

Cuando los árboles caen y se descomponen, regresan al ciclo de nutrientes del ecosistema en un proceso que beneficia al suelo, a los organismos vivos y al medio ambiente en general. Ecológicamente, su retorno a la tierra tiene varios efectos importantes. En cada uno de estos efectos, incluiremos un recurso pedagógico descargable facilitado por el área de Ciencias para Todos de nuestro aliado, el Instituto APOYO, con contenidos de experimentos diseñados para que los estudiantes escolares comprendan mejor cada concepto.

Recursos para el aula

Ciclo de Nutrientes

La descomposición de los árboles libera nutrientes, como nitrógeno, fósforo y potasio, que enriquecen el suelo. Esto alimenta a otros organismos, desde microorganismos (bacterias, hongos) hasta plantas, promoviendo la fertilidad y sostenibilidad del ecosistema.

Los troncos en descomposición y las raíces expuestas sirven como refugio y hogar para una amplia variedad de insectos, hongos, musgos y otras formas de vida. Estos organismos descomponen la madera y, a su vez, contribuyen a la biodiversidad y a las interacciones ecológicas.

Durante la vida del árbol, el carbono atmosférico se almacena en su estructura. Al morir y descomponerse, parte de este carbono se libera nuevamente en forma de CO₂, pero otra parte queda almacenada en el suelo, contribuyendo a la formación de materia orgánica y actuando como un sumidero de carbono.

Las raíces y el material en descomposición ayudan a crear espacios en el suelo, promoviendo la retención de agua y el intercambio de gases, lo cual es esencial para el crecimiento de nuevas plantas y el mantenimiento de un suelo saludable.

Los hongos juegan un papel crucial en la descomposición de los árboles, rompiendo la celulosa y la lignina. A través de las micorrizas, algunos hongos establecen relaciones simbióticas con las raíces de plantas vivas, conectando distintos individuos arbóreos, ayudándoles a absorber nutrientes y mejorando la conectividad y salud del ecosistema en general.

Cuando un árbol cae y se descompone, su entorno rico en nutrientes y microclima favorable ayuda a la germinación de nuevas semillas. Además, al abrir espacio en el dosel del bosque, permite que la luzc solar ingrese, favoreciendo el crecimiento de las plántulas, promoviendo la regeneración y biodiversidad del ecosistema.